Cintillo Institucional

Lectura de Hacia una política científica nacional, de Oscar Varsavsky.

¿Qué ciencia “para el pueblo” nos ayudará a llegar a una ciencia “del pueblo”?

O. Varsavsky.

1.

En sus propias palabras, Hacia una política científica nacional, de Oscar Varsavsky, trata de la inquietud de la posibilidad de la autonomía / independencia cultural y científica de un país latinoamericano. Lo que se desarrolla en el libro es precisamente la circunstancia en la que se encuentra esa posibilidad: la ciencia se encuentra ideologizada porque su desarrollo está marcado por los valores dominantes de los países con mayor desarrollo científico e industrial, y por la orientación que ellos le imprimen al desarrollo de su sociedad (vale decir, el “estilo de sociedad”). En América Latina, la colonización cultural (que podríamos definir como la permanencia de valores extraños a las sociedades autóctonas) se traduce en el seguidismo científico y, por tanto, en un obstáculo para la transformación de nuestras sociedades.

La afirmación de Varsavsky tiene consecuencias inquietantes para quienes confiaban en la objetividad, la neutralidad y la universalidad de la ciencia. Si el estilo de sociedad de los países industrializados (regidos por sociedades de mercado) es lo que marca la orientación y el desarrollo instrumental de la ciencia y la tecnología, entonces ¿es posible que las sociedades latinoamericanas logren alcanzar el nivel de autorealización que han alcanzado las potencias capitalistas a través del diseño de herramientas epistemológicas acordes al modelo de sociedad que siguen? Y si se pensara en seguir un estilo de sociedad distinto ¿es posible alcanzarlo con la ciencia actual? En este artículo trataremos de fijar algunos elementos de la crítica de Varsavsky a la “ciencia actual”, y retomaremos algunos elementos que dibujan, a grandes rasgos, las orientaciones de una ciencia que no sigue los estilos de sociedad foráneos, y antes bien, se preocupa por superar la postración en la que se encuentra la ciencia, la cultura y las sociedades latinoamericanas.

2.

De acuerdo con Varsavsky, los estilos científicos (o “grandes políticas posibles”) se encuentran inmersos en sociedades cualitativamente distintas. En consecuencia, la ciencia latinoamericana es inferior, no porque no nos lleve a alcanzar los avances que existen en el hemisferio norte, sino porque no es capaz de llevarnos a la sociedad que podemos alcanzar. Por eso es necesario pensar en la posibilidad de una ciencia diferente, constituida a partir de un proyecto y de una cultura nacional.

Varsavsky introduce entonces una cadena de inluencias, o de variables que pueden afectarse en un sentido u otro:

Proyecto Nacional e Ideología...Política de producción y organización...Tecnología...Ciencia

De acuerdo con su razonamiento, un Proyecto Nacional, marcado por una ideología determinada, determina la orientación que tome la producción y la organización social; las necesidades de esta sociedad determina los avances de la tecnología y la concepción de la ciencia. En sentido inverso, es la ciencia lo que determina el desarrollo tecnológico, y éstos a su vez definen la orientación de la producción y de la organización y, finalmente, el Proyecto Nacional. El primer orden representa la relación ideal, dado que – de acuerdo con Varsavsky - el desarrollo de la ciencia responde a los requerimientos y los valores de una sociedad. El segundo orden es artificial e impuesto, y se asemeja más a la realidad científica y cultural latinoamericana: los modelos científicos foráneos imponen determinado estilo tecnológico, y estos a su vez determinan la política de producción y el Proyecto Nacional. Dado que la ciencia no es neutra – como nos recuerda Varsavsky en diversas ocasiones - la implementación de estilos científicos y tecnológicos en sociedades distintas a aquellas en los que se desarrollaron no puede menos que llevar, en concordancia con el autor, a colocar obstáculos a transformaciones necesarias en esas sociedades, en el mejor de los casos; y a verdaderas formas de sometimiento social, cultural y material en el peor. Visto esto, es más fácil visualizar los distintos estilos de sociedad que propone Varsavsky, cada uno con sus correspondientes estilos de producción y organización : el neocolonial (que incluye el traslado completo de modelos y desarrollos foráneos), el desarrollista (orientado por la imitación) y el socialista nacional creativo (donde la solidaridad es un valor fundamental y el bienestar colectivo representa la máxima aspiración).

3.

Varsavsky afirma que toda tecnología tiene dos dimensiones: la física (F) y la social (S), representadas, a grandes rasgos y según nuestro concepto, por los avances instrumentales (F) y el conocimiento organizacional (S) respectivamente. La tecnología F por sí sola no garantiza el cumplimiento de las transformaciones sociales, dado que no posee, en sí misma, forma de adaptación a la realidad social, pero más aún, porque se encuentra diseñada de un modo que corresponde directamente con prácticas y valores inmersos en el estilo de sociedad que le dio origen (orientado al mercado). El espacio para discutir las grandes transformaciones se encontrarían en la tecnología S, pero allí existen grandes lagunas por analogía a lo mencionado anteriormente. De este modo la ciencia, en apariencia una sola (y por ello tan problemática), tiene características diversas según el estilo de sociedad en la que busquemos analizarla. A continuación vamos a examinar diferentes niveles de abstracción / aplicación de la ciencia en cada estilo de sociedad.

En primer lugar, Varsavsky menciona los “estilos tecnológicos”. En las sociedades neocoloniales, la tecnología F es prácticamente importada en su totalidad, y la falta de desarrollo de una tecnología S tiene como consecuencia la aparición de grandes problemas sociales. En las sociedades desarrollistas, la tecnología F es básicamente imitativa, y la tecnología S consiste en hacer lo mismo que hacen los del norte, pero con nuestros propios medios. En las sociedades que aspiran al socialismo creativo, la tecnología F es diferente porque tiene fines que no son los impuestos por las sociedades de mercado (bienestar social sobre la racionalidad económica, la socialización por encima del individualismo, etc.); el marco regulador es el Proyecto Nacional y los temas de tecnología S incluyen la planificación, las motivaciones sociales y las organizaciones de apoyo.

Luego tenemos los “estilos científicos”, que se conforman por el “capital instalado inicial” (la información reunida y sistematizada, la imagen del mundo), el plan de producción (problemas de que se ocupan los investigadores), la tecnología (métodos de investigación e instrumental), la organización social (relaciones de producción, organizaciones), y los valores (la cultura y la ideología).

En las sociedades neocoloniales, la ciencia preferida es “pura” e “inútil”, se estimula la investigación básica . En las sociedades desarrollistas, se asimila indiferentemente todo lo que se considera “ciencia”, y se le da prioridad a las ciencias aplicadas en la producción; así como a las ciencias físicas. Para la sociedad socialista, la tecnología F como existe actualmente es suficiente para realizar avances, pero surgen numerosos problemas de tecnología S, además de que existe la necesidad de manejar amplios contingentes de datos.

Varsavsky se refiere también a la manera como se utiliza el método científico, específicamente en dos aspectos, el organizativo y el metodológico. En cuanto al elemento organizativo distingue las siguientes cuestiones: el instrumental científico (donde se tiende a dar prioridad a las tecnologías “físicas” de producción y a los aparatos cada vez más especializados); el aprovechamiento de la información (no existe un elemento que integra todos los avances y sirva a su utilidad en distintas disciplinas); y el trabajo en equipo (se encuentra carencia de equipos interdisciplinarios, lo cual es característico del estilo creativo).

En el aspecto metodológico es donde quizá se hace más evidente la no-neutralidad del método científico, dado que se encuentra: la colonización de las ciencias sociales por las ciencias naturales (fijación por las matemáticas, uso irreflexivo de la estadística, deformación del enfoque sistémico, utilización de criterios físico-matemáticos irreales); la interpretación sesgada del método hipotético-deductivo (donde se pierde de vista el problema de la generalización en las ciencias sociales); el lugar de la predicción (a disposición de la verificación del método y no a favor de la decisión); y el control de la verdad (cuyas lagunas se omiten en tanto que no sea “oportuno” revelarlas).

Varsavsky se refiere también a la organización de los científicos (el “aparato científico”), donde señala varios aspectos: gran tamaño (numerosos investigadores y producción en masa de baja calidad; prestigio basado en la aceptación institucional y comunicacional); organización (dependiente de instituciones estratificadas en las cuales las formas de promoción y control se encuentran bien estructuradas; además de una organización internacional que favorece la dependencia cultural); control (basada en las instituciones académicas y financistas); y alto costo de la capacitación y el instrumental de trabajo.

Para terminar, Varsavsky refiere que la ciencia en el mundo actual tiene la imagen de ser única, universal y neutra, orientada permanentemente a la búsqueda de una verdad sin compromiso social. En la sociedad neocolonial, la ciencia es básicamente importada, mientras que en la sociedad desarrollista es un instrumento para asemejarse al desarrollo del norte. En el socialismo creativo, la ciencia constituye una manera de comprender el mundo para transformar la realidad social. Sobre esta idea, el científico debe tomar parte en la selección de las líneas de estudio y la y la utilización posterior de sus resultados.

sroca/varsavsky (última edición 2008-07-30 22:42:54 efectuada por sroca)