Hombre, Naturaleza e Historia
Responsable: Yanett Segovia
Un acercamiento a la historia oral de dos comunidades del Páramo en un intento por recoger historias de vida y recuperar el uso de las plantas medicinales en extinción.
Este proyecto buscó recoger historias de vida de dos comunidades del Municipio Rangel del Estado Mérida (El Desecho y Misintá) para la reconstrucción de sus historias locales sobre la base de la concepción y principios de una nueva manera de asumir y hacer la Historia. También se planteó recuperar, a partir de esa historia oral, el uso de las plantas medicinales en extinción. Es el uso de la historia oral a partir de la relación hombre-naturaleza y cultura.
El interés fue el de reconstruir la historia de las minorías, que son las historias no contadas desde el poder y desde las instituciones. Aprovechando el trabajo de campo y las entrevistas realizadas se intentó atacar el problema del olvido de algunas plantas medicinales y los usos terapéuticos que aún se le dan en las comunidades, abordar ese conocimiento que ha sobrevivido a pesar del tiempo y las circunstancias.
Motivación especial para el proyecto fue la fuerza que están tomando las comunidades en sus procesos de organización, gestión y participación. Y parte de esa fuerza, ese empuje de las comunidades, viene a partir de la recuperación de sus historia de vida, de sus conocimientos ancestrales. Comunidad que se potencia en su trabajo en común, creando vínculos de identidad, de solidaridad y de reciprocidad. Es el interés por otro tipo de ciudadano que trasciende los procesos de negación y de individualización para instalarse en una nueva manera de concebir y enfrentar el mundo.
Asimismo, las personas que trabajaron en el proyecto poseen una trayectoria e inquietudes similares, todas relacionadas con el trabajo comunitario y participativo. En el caso de Yanett Segovia desde la antropología, Ligia Parra desde el trabajo comunitario, Adrián Navia desde el trabajo con las plantas medicinales, Molly Lobo desde el interés por los aspectos religiosos y su conocimiento del software libre. Yoly Espinoza y Marleny Flores ofrecieron grandes aportes, pues ambas investigadoras pertenecen a las comunidades abordadas y comparten el interés por la recuperación de la historia oral y el trabajo educativo en la zona.
Contribuyó al planteamiento y ejecución el acompañamiento en un trabajo previo que se realizó con la Asociación de Comisarios de Ambiente del Municipio Rangel (ACAR) durante algunos años, especialmente con la anteriormente mencionada señora Ligia Parra, coordinadora de dicha asociación. También un trabajo previo en las comunidades abordando el tema de las plantas medicinales con la Comisión Nacional para el Aprovechamiento de Plantas Medicinales (CONAPLAMED), coordinada por el Doctor Michel Delens. Ambas experiencias, y el interés de los integrantes del grupo por el trabajo en el páramo y la política de participación ciudadana del gobierno conllevó al deseo de desarrollar el tema de la relación entre la naturaleza y cultura, a partir de la visión de la Nueva Historia.
El apoyo desde el Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias
La Fundación CENDITEL, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, se incorpora en la propuesta con la iniciativa de impulsar los procesos necesarios que permiten transitar el camino hacia el verdadero rol que deben cumplir la ciencia y la tecnología para alcanzar el progreso económico, social y político de la nación. En nuestro caso se trató de abordar a las comunidades en su proceso participativo y de fortalecimiento de sus principios solidarios y CENDITEL permitió, a través de su financiamiento, acompañamiento, y aportes conceptuales, cohesionar y darle forma específica y sistemática a los objetivos planteados.
La idea básica detrás de la tecnología libre es que llegue a todos por igual, que se puede potenciar el conocimiento, compartir los resultados, socializarlo, en contraposición al sistema de control que sobre ciertas técnicas ostentan grandes compañías, con poder absoluto sobre diversas tecnologías.
La investigación no es posible plantearla o pensarla desde un interés privativo y comercial porque el producto de la misma es un conocimiento generado por las comunidades abordadas y de uso público. Este trabajo lo que hace es organizar y mostrar parte de lo que ya existe.
La investigación no es posible plantearla o pensarla desde un interés privativo y comercial porque el producto de la misma es un conocimiento generado por las comunidades abordadas y de uso público. Este trabajo lo que hace es organizar y mostrar parte de lo que ya existe.
Somos Parte de una Misma Historia
Surgió de la investigación una serie de datos e informaciones, sobre todo de los más ancianos, que aún están allí, pero que viven un proceso de olvido y desaparición. Se ha impuesto el silencio a razón de una historia convencional que se impone desde las instituciones y las seducciones y violencias que implica el poder.
Con las historias de vida (en el intento de recuperar la historia no contada y el conocimiento etnobotánico) de la gente que allí habita se conoce también al grupo y a todo lo que es la sociedad y cultura en la que ha transcurrido su experiencia de vida. Cada una de las personas originarias del Páramo es parte de una misma historia y en nuestro caso se trató de asumir la investigación tomando al individuo como centro mismo del conocimiento y la historia de vida como la forma de llegar a ellos y de construir al final una historia común. Desde estos planteamientos citamos a Franco Ferraroti quien afirma que “el método biográfico pretende atribuir a la subjetividad un valor de conocimiento” (1981).
También a partir de las jornadas de trabajo con las comunidades se pudo devolver la información que ellos aportaron a la investigación, intentando potenciar su conocimiento en cuanto a las plantas medicinales con sus serios problemas y posibilidades de olvido.