Cintillo Institucional

El Estado en América Latina (Siglo XX).

La industrialización de las economías latinoamericanas, inducida por las necesidades especiales del período de Guerras, tuvo consecuencias para la configuración social y política de nuestros países. El desarrollo desigual entre el campo y la ciudad - y las mejoras de las condiciones sanitarias - favorecieron el rápido poblamiento y la ampliación de la infraestructura de los centros urbanos. Una nueva capa media, integrada por trabajadores manuales e intelectuales urbanizados, encuentra sintonía en movimientos nacionalistas de vocación popular, cuyos dirigentes se disputaban el poder con los grupos conservadores vinculados con la explotación primaria. Las medidas económicas de los Estados latinoamericanos tienden a favorecer el proceso de industrialización y, con ello, alimentan las expectativas y demandas de las capas medias de población.

Estado en Venezuela (Siglo XX).

En Venezuela, la vinculación con la economía capitalista y la modernización periférica se encuentran unidas con la explotación petrolera. El esfuerzo de democratización, con sus interrupciones autoritarias, generó proyectos cada vez más moderados, que brindaba consesiones a los grupos urbanizados y prácticamente decretaba el abandono del campo, pero no se propuso trascender el perfil de exportador de materias primas (petróleo y minerales) en el país. La polarización partidista, que dio oportunidad para la insurrección militar del 48, cede a las necesidad de formar coaliciones entre los principales partidos para asegurar la estabilidad en el poder (“Pacto de Punto Fijo"). El pacto de élites facilitó la institucionalización de un “sistema de conciliación de élites" (Rey, 1989, 250-342) que, junto con la progresiva colonización del Estado por los partidos políticos (partidocracia), permitía que las demandas populares fueran o bien satisfechas (a través de la negociación de la renta), o bien silenciadas, utilizando para ambas cosas el control de las organizaciones civiles y el establecimiento de relaciones clientelares. La asignación de cargos públicos era utilizada como forma de recompensa por el apoyo político (en mayor grado a partir de la bonanza petrolera de los años 70), lo cual generó su crecimiento, y aunque se dieron esfuerzos por profesionalizar a los cuerpos de funcionarios, en general se trataba de grupos de partidarios políticos. El consenso social se originaba en torno a la renta petrolera, lo cual hacía depender la estabilidad política de la capacidad de respuesta del Estado, cada vez más disminuida por las distorsiones de la burocracia y el exceso de demandas originado por el aumento de la población, la insuficiencia de la renta y los límites del modelo clientelar.

Referencias.

Halperin, Tulio (1972). Historia contemporánea de América Latina. España: Alianza.

Rey, Juan Carlos (1989). El futuro de la democracia en Venezuela. Venezuela: IDEA.

ralmo/estadoven (última edición 2009-08-26 23:03:05 efectuada por jcontreras)