Cintillo Institucional

Juan J Bastidas B

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Si mis sentimientos definen mi rol como ciudadano, soy un enamorado de la posibilidad de que un mundo mejor está a la vuelta de la esquina.

Proyectos y redes en los cuales participo

  1. Plataforma para el Desarrollo de Software Libre

  2. Agroecología

Compartiendo lecturas

Algunas reflexiones

Hablemos Sobre el Sentido Político de CENDITEL

En los últimos tiempos transcurridos, entiéndase en las últimas semanas, me han surgido preocupaciones en torno a la trascendencia del rol político inmanente al proyecto CENDITEL dada su irrefutable y necesaria importancia en el proceso revolucionario que en los últimos años se ha venido gestando en Venezuela. Ello en el entendido de que CENDITEL se enmarca dentro de un andamiaje cuyo espíritu que mueve dicha estructura persigue como fin darle vida a un proyecto político que apunta a la transformación del Estado Venezolano, de la Sociedad Venezolana en sí, soportada por una plataforma de valores socialistas, tal como se lee en el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

En ese sentido debemos estar en constante vigilancia crítica, reflexiva y cuestionadora sobre cada uno de los pasos a dar (CENDITEL), y los ya dados, en función de establecer acciones estratégicas que en el ámbito del conocimiento científico y tecnológico, bajo una concepción liberadora, nos acerquen al encuentro con el fin antes mencionado.

Al llegar a este punto es inevitable preguntarme por aquello que en muy seguidas ocasiones estamos escuchando y pronunciando; conocimiento científico y tecnológico bajo una concepción liberadora. ¿De qué manera y bajo qué orientación el conocimiento científico y tecnológico es liberador?; ¿liberador de qué?; si aceptamos como un hecho de que el conocimiento científico y tecnológico debe emerger de manera tal que sea una de las herramienta aliadas en pos de un proceso emancipatorio, de igual manera aceptamos como un hecho que somos una sociedad, un pueblo, preso de algo; ahora bien, ¿presos de qué?; ¿será qué de una manera u otra nuestra libertad se encuentra limitada?; ¿qué es libertad?; puede nuestro entendimiento sobre la palabra libertad, tan de moda últimamente, explicarnos situaciones como; ¿es libre un pueblo que no tiene con qué comer?; ¿es libre un pueblo que no tiene acceso a condiciones mínimas necesarias para poder educarse?; ¿es libre un pueblo que no tiene acceso a condiciones mínimas necesarias para vestirse?; ¿es libre un pueblo que no tiene acceso a una casa digna para vivir, para crecer, para formar una familia?.

Ahora bien, el tener acceso a estas condiciones necesarias para una vida digna, pregunto, ¿ya nos hace libres?. Definitivamente son condiciones necesarias más no absolutas en si mismas; y entonces, ¿cuál es esa otra parte, igualmente necesaria, que haría falta para que un pueblo sea libre?. Este punto me lleva a un nivel de abstracción un poco más complejo, al menos para mi entendimiento, y tiene que ver con el espíritu, el alma, los sentimientos, todo aquello que nos hace humanos, todo aquello que nos da sentido, todo aquello que nos mueve y nos hace actuar bajo la naturaleza innata que significa ser humanos, y de como ello tiene implicaciones directas en la manera en que nos relacionamos con el entorno, como parte de un colectivo que somos.

Esta segunda parte que menciono como igualmente necesaria para que un pueblo sea libre, y que constituye esa parte que nos constituye y nos da vida, que nos conduce a la expresión máxima de nuestro ser, considero es la parte más convaleciente, producto de un proceso de deshumanización que hemos venido transitando y acentuando con el pasar de los años, en donde la relación humano-humano, humano-naturaleza, humano-trabajo, etcétera, deja de ser humana, deja de ser una relación en la cual nos cultivamos y nos transformamos; para convertirse en una relación en donde impera el individualismo, la insensibilidad por lo que sucede a nuestro alrededor, el aislamiento, el egoísmo, el ver todo aquello que nos circunda como una mercancía lista para ser vendida, incluso la vida, los sentimientos; toda una plataforma de antivalores que nos traduce, entre otras cosas, en seres asociales, apolíticos, cuando por naturaleza el ser-humano es la negación de dicha situación.

Lo precedente me lleva a afirmar que ciertamente estamos presos, sometidos al yugo de aquello que nos controla, y que ese aquello, afortunadamente, es la expresión de una cosa que el mismo hombre ha creado. Ahora bien, ¿por qué digo afortunadamente?, porque así como el hombre ha sido capaz de crear un modelo de sociedad distópico y se ha empecinado en contagiar a la humanidad a través de este virus, y de controlarnos a través de él, también es capaz de transformar dicho modelo, de apuntar hacia la utopía; crear un cuento nuevo, otra cosmovisión, una historia nueva en donde la humanidad vuelva a ser humana.

Es justamente esta situación que me ha llevado a entender y comprender el valor inconmensurable del proceso político revolucionario que pretende consolidarse en el país y en el cual algunos estamos empecinados en creer, en contribuir en su consolidación, en su fortalecimiento, a pesar de sus altos y bajos, bueno, considero es parte del aprendizaje y de la lucha que hay que dar. Un proceso político revolucionario que nos permita reflexionar y actuar en función de transformar y de transformarnos, el de la utopía, el del hombre nuevo.

Vale la pena preguntarnos, ¿el enfoque tradicional que ha seguido el desarrollo científico y tecnológico, por mencionar sólo algunos del entramado complejo de componentes que tienen implicaciones directas en lo social, ha contribuido en el desarrollo de estos males?; creo que en este punto todos coincidimos al afirmar tal situación.

Ahora bien, como parte que somos del proceso político revolucionario venezolano, como antes se menciono, el cual claramente define sus líneas estratégicas para el periodo 2007-2013 enmarcadas en el Primer Plan Socialista de la Nación, y que desde mi punto de vista esta orientado a atender tanto nuestras necesidades materiales como espirituales, son muchas las interrogantes que me atacan, y permítaseme resaltar algunas de ellas:

  1. ¿Cómo lo estamos haciendo a luz de darle-nutrir poder (conocimiento) al pueblo?
  2. ¿Cuál es el rumbo político actual de nuestra fundación CENDITEL?
  3. ¿De qué manera estamos contribuyendo en la construcción y consolidación de la Ética Socialista?
  4. ¿De qué manera estamos contribuyendo en la construcción y consolidación de un Modelo Productivo Socialista?

Es menester recordar nuestra edad, tenemos casi un año en condiciones operativas y estamos apunto de cerrar el año 2008, pienso es momento idóneo para meditar un poco las respuestas a las preguntas antes citadas, en caso de que sean algunas de las preguntas que haya que hacernos, en lo personal estoy convencido de ello.

Para finalizar, compañeras y compañeros, no me queda más que invitarlos a repetir conmigo el titulo de este pequeño, humilde, sincero y sentido documento, el cual dice, HABLEMOS SOBRE EL SENTIDO POLÍTICO DE CENDITEL ...


jbastidas (última edición 2008-09-10 23:57:59 efectuada por _desactivada_jbastidas)