Esquema tentativo de un marco metodológico para generación de elementos valorativos de un sistema de “indicadores de gestión” concebidos en un ámbito socialista.
Resumen
Este ensayo propone una metodología que permita generar una estructura macro que permita conceptualizar elementos con los cuales poder construir mecanismos de valoración definidos bajo una racionalidad socialista.
Esta metodología se basa en que el sujeto es un elemento activo en el proceso de cambio histórico y que la institucionalidad desaparece en dicho transitar por lo cual, mas que valorar lo que sujeto colectivo hace para alcanzar los logros de unos “objetivos institucionales" en los cuales no participó, hablamos de que debe valorarse desde la participación del sujeto colectivo en la formulación de los objetivos institucionales hasta el trabajo desplegado en función de dichos objetivos consensuados; esta perspectiva nos permitirá, entonces, articular al sujeto histórico de cambio con la creación de una institucionalidad emergente, revolucionaria.
Institucionalidad y sujeto histórico de cambio
Los indicadores tradicionales de gestión se definen, en su esencia como:
“...medidas utilizadas para determinar el éxito de un proyecto o una organización. Los indicadores de gestión suelen establecerse por los líderes del proyecto u organización, y son posteriormente utilizados continuamente a lo largo del ciclo de vida, para evaluar el desempeño y los resultados.
Los indicadores de gestión suelen estar ligados con resultados cuantificables, como ventas anuales o reducción de costos en manufactura.'"1
Esta visión nos da luces sobre el marco en que nacen los indicadores de gestión: el ámbito empresarial; en este contexto emergen algunos elementos a considerarse en esta exposición: el binomio institucionalidad pública-sujeto histórico de cambio en el contexto de una planificación basada en herramientas empresariales.
Institucionalidad pública: acá consideraremos a la institucionalidad pública como la forma bajo la cual se organiza el Estado operativamente para desarrollar el accionar que, legalmente, le corresponde ejercer. Bajo esta premisa, podemos considerar institución pública los ministerios, los entes públicos, las alcaldías y otros más. Sin embargo, un elemento que está presente en la institucionalidad pública venezolana es su caracter de figura macro bajo la cual, a primera vista, la individualidad no tiene sentido ya que
Siendo que la institucionalidad, en cierta medida, es una figura de operativización que asume el Estado para cumplir su rol, entonces no sería descabellado pensar que ella deba “implementar" mecanismos que le ayuden en este transitar, esto es, en resumidas cuentas: el sistema legal administrativo de la institucionalidad pública sobre el cual descansa su gestión y operación.
Este sujeto particular de estudio, el sistema legal adminitrativo, no nace de la nada sino que es producto de la lógica bajo la cual se construye el Estado venezolano actual: una lógica burguesa que persiste en sus cimientos y sobre la cual se ha tratado de construir un sistema de transición.
A partir de esa disyuntiva (la de crear un sistema de transición sin tocar la estructura burguesa subyacente sobre una estructura burguesa) surge, entonces, la propuesta por fomentar una institucionalidad emergente que impacte sobre lo que algunos estudiosos han llamado “desafección política"2 la cual se define como:
“...el proceso recurrente de pérdida de sentido hacia la política y de lo político en sociedades con altas fomas formas desiguales y combinadas de desarollo(...), en un ámbito institucional la desafección política tendría expresión en la pérdida de sentido de la gestión de lo público"3
Esta particular visión, la de “ocultar al sujeto histórico de cambio" detrás de la institucionalidad es una suerte de “corporativización" de la figura de la institucionalidad venezolana que niega la posibilidad de una institucionaidad socialista: aquella que coloque al ser humano por encima de su propia praxis, aquella que sea capaz de reconocer e iniciar su destrucción.
Partiendo, entonces desde la posición de que la institucionalidad venezolana sufre de una crisis de desafección política, una primera propuesta apunta a que se revise uno de los elementos puntuales sobre los que ella descansa: su aparato de “medición" esto, lo inidicadores de gestión utilizados en la Administración Pública. No obstante, más allá de una revisión, nuestra propuesta principal es sobre la generación de una metodología para generar indicadores de gestión concebidos para una institucionalidad emergente: una institucionaidad socialista.