IDENTIFICACIÓN DE LOS NODOS CRÍTICOS ENTRE SITUACIÓN ACTUAL Y SITUACIÓN DESEADA
Nodo crítico: La formación de los investigadores, el pueblo como sujeto creador y nuestro Modelo Nacional de Ciencia y Tecnología.
- La ciencia y la tecnología en Venezuela sigue un modelo desarrollista/neocolonial, por lo cual tenemos una ciencia sin pertinencia nacional y la dificultad para distinguir entre la imitación y la innovación creativa.
- Esto se encuentra relacionado con los espacios que concentran la formación de los investigadores, así como las prácticas utilizadas. La Universidad, las empresas y otras instituciones son responsables de difundir una manera seguidista de hacer ciencia.
- Existe una división tajante entre los espacios formales y los no formales del cultivo de la ciencia. Esto implica la exclusión de los actores que no pertenecen a la esfera académica (ni a sus instituciones) de la formación de un modelo científico.
- En consecuencia, se niega la posibilidad de una ciencia y tecnología que trascienda los espacios formales y burocráticos, que incluya actores que provengan de la base social de los ciudadanos.
- Con ello, se contribuye con la consolidación de una ciencia elitista, contraria al protagonismo popular; a la imposibilidad de una ciencia y tecnología apropiada socialmente y a la permanencia de modos de pensar que nos inclinan a la dominación antes que a la liberación.
Nodo crítico: Carencia de tecnologías blandas y duras para el apoyo a la gestión de procesos comunitarios.
- No se reconoce el potencial crítico y liberador de la organización comunitaria y de su papel para la formación de una identidad colectiva nacional. En consecuencia, se persiguen “soluciones” materiales a los problemas comunitarios, en lugar de intentar profundizar en el sentido integral de la vida comunitaria y en las dinámicas que origina por sí misma.
- No existe suficiente impulso a la investigación y desarrollo sobre tecnologías libres (blandas y duras) para el apoyo a la gestión comunitaria (en procesos sociales, culturales, políticos y productivos). Así mismo, faltan elementos que sirvan para la impulsar la transferencia y la apropiación social del conocimiento necesario para la organización que se genera en las propias dinámicas sociales y el ámbito instituciional.
- Existe poca vinculación entre los sujetos comunitarios, los centros de investigación y las instituciones. Por lo tanto, no se recogen las necesidades de las comunidades en cuanto a requerimientos tecnológicos, ni es posible avanzar en modo de dar respuesta a estas necesidades.
- La interacción con las comunidades y el intercambio de saberes debería estar dirigido por el interés en la transferencia de conocimiento y en la promoción de su apropiación social para la generación de capacidades en el pueblo venezolano. Por el contrario, muchas veces se utiliza el enfoque “llave en mano” y se adoptan soluciones “listas para ser usadas”, tanto para las tecnologías organizacionales como para la tecnologías físicas.
Nodo crítico: Carencia de un marco jurídico – político que sirva de apoyo contundente para el impulso de la idea del conocimiento como bien público.
- El marco jurídico en Venezuela es insuficiente para impulsar y proteger las dinámicas que se encuentran en torno a la producción de bienes culturales (en sentido extenso), originados bajo la concepción del conocimiento como bien público.
- El derecho se considera comúnmente como una potestad exclusiva del Estado, en lugar de ser concebido como una propiedad del poder constituyente, que lo utilizaría como instrumento para velar por su propio bienestar. En consecuencia, la legislación nace de la estructura administrativa del Estado (poder constituido), y no de la sociedad (poder constituyente).
- No existe un apoyo consistente de la administración pública hacia políticas que impliquen la adopción de nuevas tecnologías (debilidad en la aplicación del Decreto 3390). Esto se manifiesta en el divorcio aparente entre el elemento tecnológico y el político, y contrae algunas contradicciones en el seno del Estado.
Nodo crítico: Carencia de reflexión y desarrollo sobre modos comunitarios de comunicación.
- No se ha difundido en la práctica una reflexión sobre el sentido de la comunicación para la organización social y para la construcción de proyectos colectivos, tales como los proyectos de vida comunitaria y el proyecto nacional. No se concibe la comunicación como un hecho social, sino como un fenómeno que pertenece al ámbito privado (al mercado), al ámbito gubernamental (el discurso “oficial”) o al reducto (necesario) de los medios alternativos.
- Dado que no se considera a la comunicación como un hecho eminentemente social, no se toma en cuenta la importancia de la comunicación para dinámicas como la coordinación de acciones o la generación y transmisión de contenidos. No se trasciende de los medios “convencionales” de comunicación a través de la tecnología dura, y se olvidan los modos “tradicionales” de comunicación, pertenecientes a la cultura.
- No se considera importante la apropiación comunitaria del hecho de la comunicación. Por lo tanto, es persistente la exclusión de los sujetos comunitarios, mientras que no se adelanta en el desarrollo de tecnologías blandas y duras adecuadas al sentido real de la comunicación en el contexto comunitario (medios comunitarios, redes locales, etc.).
Nodo crítico: El modelo organizacional del Estado tradicional resulta inadecuado para la gestión de gobierno y para la consolidación del Poder Popular.
- Existen carencias en cuanto a la falta de elementos organizacionales que faciliten la articulación y la cooperación entre distintas instancias gubernamentales. El propio diseño de la administración le da una forma vertical y departamentalizada, que impide la comunicación con otras instituciones y, más grave aún, con los propios ciudadanos. Tampoco ha sido posible reforzar la articulación institucional desde la política, a pesar de los avances realizados en los últimos años.
- No existe suficiente desarrollo en tecnologías duras que apoyen la gestión de gobierno (por ejemplo, en cuanto a interoperabilidad y el análisis de la información, por nombrar algunos). Las herramientas tecnológicas desarrolladas hasta ahora no tienen suficiente impacto, en parte debido a la propia inercia de la estructura administrativa del Estado.