Construcción de Paneles Solares en el Páramo Andino Merideño

Responsable: Cooperativa Caribana

La construcción de un Panel Solar tiene su técnica, sus detallitos, pero son detalles muy sencillos...

Con estas palabras, Nelson Ramírez, vecino de la comunidad de Gavidia, Mucuchíes, comenzó su conversa paseándonos por el proceso, socialización y disfrute de técnicas y saberes propios.

Nelsón Ramírez: Vamos a hablar un poco acerca del proyecto Paneles Solares. Un proyecto que nace acá en el Páramo Merideño específicamente en Gavidia, donde el frío es bastante fuerte, como todos nosotros los merideños lo sabemos, de hecho en Gavidia lo que es diciembre, enero y febrero son los meses más fríos, es cuando más se congela el agua. Este proyecto de Paneles Solares nace precisamente en la casa de la señora Dulce Torres, ella es prestadora de servicio turístico de la Cooperativa Caribana. Y bueno, ella viene haciendo un trabajo desde hace unos 11 o 12 años con la Cooperativa Caribana. El amigo Navor Balza y el amigo Ignacio Pollini se dieron cuenta que el problema de salud de la señora Dulce Torres es producto del agua tan fría, ella sufre de artritis. Pues, no es lo mismo, como decimos por estos lados, lavar un pocillo con agua tibia o agua “calientica” que lavarlo con agua bien fría en la mañana. Bueno, y a raíz de ese problema de salud nace esta iniciativa técnica.

Se presentó a una universidad italiana que se llama la Sapienza para ver cómo podíamos intercambiar conocimientos con la Cooperativa Caribana. Ellos respondieron a nuestra propuesta y enviaron a un profesor para diseñar un Panel Solar acá en el páramo, con esto se logra nuestro primer objetivo, hace unos tres o cuatro años hacia atrás. Bueno, en realidad yo me he venido vinculando en este trabajo desde el año 2010 hacia acá. En ese año se hizo la presentación de esta iniciativa a CENDITEL como organismo del Estado, gracias a la colaboración de esta institución pública se logró comprar toda la maquinaria que se necesita para trabajar y se logró traer a alguien de la Universidad de la Sapienza. De allá enviaron un pasante de paneles solares quien compartió conmigo dos meses y medio en el intercambio de los conocimientos. En esos dos meses y medio dictamos tres talleres sobre la construcción de paneles solares, rectificamos el que se le había construido a la señora Dulce Torres; esa fue nuestra primera prioridad. Porque una de las cosas bonitas que le vemos al proyecto es que las comunidades somos la prioridad, por supuesto, ese compartir de saberes lo hacemos con el mayor cariño. Entonces, logramos reestructurar el panel solar de la señora Dulce, precisamente por el frío tan intenso, el agua que pasa por las tuberías se congela y las revienta; cuando descubrimos el por qué sucedía esto decidimos hacerlo de nuevo tomando en cuenta las previsiones necesarias. Pues las previsiones tomadas en cuenta solamente se ven en la práctica.

Más adelante hicimos un segundo panel solar para el Refugio Mintantí, ese sí lo hicimos entre el amigo José Luis, el pasante de la Universidad de La Sapienza y yo, claro éste no lo hicimos en un taller como el primero. Más adelante, el tercer taller también fue para reestructurar el Panel Solar que le donamos a una vecina de la comunidad de Mitivivó, la señora Irene quien también es prestadora de servicio turístico para nuestra organización. En la construcción de este tercer panel solar, al igual que en el primero, participó la comunidad a modo de taller, por cierto fue muy bonita la experiencia porque participaron y ayudaron a cortar tubos, a medir y se dieron cuenta en la práctica cómo se hace un panel solar. Nos gustó mucho.

Es primordial la participación de la comunidad en estos talleres de construcción de Paneles Solares, para que vean todos los detalles que van saliendo en la construcción y así el día de mañana puedan construir paneles con la mayor sencillez.}

Yuleici Verdi: ¿De qué manera se construye un Panel Solar?

Nelsón Ramírez: La construcción de un panel solar tiene su técnica, sus detallitos, pero son detalles muy sencillos, no es cosa de otro mundo, como siempre lo decimos cuando conversamos con vecinas y vecinos de nuestras comunidades, o cuando visitamos las escuelas nuestras. Bueno, a mi modo de ver, la sencillez que mencioné antes se la da el hecho de que trabajamos con materiales reciclables, materiales de la zona, aquí lo único extraño de encontrar es el vidrio que tiene una medida de uno y medio a dos metros de largo por uno de ancho, el de seis líneas es el ideal para trabajarlo, porque una de las ventajas que tiene el proyecto Paneles Solares es buscar contribuir con la economía de una familia. Considero que no tendría sentido hacer un panel solar muy sofisticado que nos venga a costar 15.000 o 20.000 bolívares. El panel solar del que hablo está en el promedio de unos 2000 a unos 2500 bolívares, y además si seguimos comprando los materiales afuera seguiríamos estando amarrados a los de afuera. Este panel solar está diseñado para una familia de 4 a 5 personas, yo creo que es un detalle importantísimo para recalcar.

Yuleici Verdi: ¿Cuáles son los materiales básicos necesarios para construir un panel solar?

Nelsón Ramírez: Los materiales que necesitamos son muy sencillitos: cuatro tablas de madera, dos de dos metros y dos de un metro, esto para hacer un cuadro de dos metros de largo por uno de ancho, necesitamos exactamente dos metros de machimbrado. Bueno, tenemos dos opciones: usamos el esmalte para curar las grietas y rupturas del machimbrado con la caja, o usamos el manto asfáltico. Necesitamos clavos, tornillos, una lámina de fibra de vidrio; esa también hay que comprarla, una lámina galvanizada de la misma medida que la caja de dos metros por uno. El tubo de cobre es uno de los materiales principales, en nuestro caso utilizamos de veinte a veinticinco metros de tubo, el ideal para trabajar es el de media. Un envase plástico también necesitamos, el envase del que les hablo es aquel que normalmente usamos para depositar la basura de 120 litros, un flotante o boya como también se conoce, y algunos conectores. Eso en resumidas cuentas son los materiales.

Yuleici Verdi: ¿Qué beneficio ve usted en el hecho de adquirir estos nuevos conocimientos?

Nelsón Ramírez: Yo soy agricultor y cada día me doy cuenta que no hace falta un título universitario para darse cuenta de muchas cosas. A veces uno tampoco necesita tener años de estudio para saber muchas cosas de la tecnología que necesita la gente. Me siento orgulloso de ser agricultor y de la misma manera me siento satisfecho, en lo personal, de haber aprendido a construir paneles solares, este es un trabajo que bien vale la pena hacerlo, expandirlo y apoyarlo. También hace falta, creo yo, ver que la construcción tecnológica debe ser trabajada para que la gente se sirva y se ayude, no para que la gente se vuelva inútil y vanidosa.

Yuleici Verdi: ¿Cuáles son las bondades que ve usted al participar de los saberes que impulsa la Cooperativa Caribana en el hecho, por ejemplo, de ser guía turístico de su misma comunidad y el interés de transmitir sus conocimientos?

Nelsón Ramírez: En el caso de la experiencia de trabajar en el Refugio Mintantí, pues a mi y a mi familia nos ha ayudado mucho desde que comenzamos con el proyecto Paneles Solares. Siempre hemos estado mi esposa, mi hijo y yo, también además de nosotros beneficiarnos, el Refugio Mintantí, está abierto a las comunidades y escuelas más cercanas, para que lo conozcan, por supuesto les ofrecemos una breve charla sobre su historia, y ahí, precisamente comienza el aprendizaje con la gente. Creo que ese es un logro familiar muy bonito porque atendemos a la gente, conocemos nuestra historia, conversamos de lo que sabemos hacer y aprendemos entre nosotros mismos. Siendo guía en esta tierra me hace feliz y me siento contento de trabajar para nuestra comunidad y nuestra gente, pues somos los mismos.

Yuleici Verdi: ¿Han planificado seguir socializando estos saberes a modo de talleres, compartirlo con otras escuelas, consejos comunales e instituciones?

Nelsón Ramírez: Sí queremos vincular más personas, mientras más personas se unan y se vean favorecidas con este proyecto mucho mejor. Gente de la Universidad Simón Rodríguez ha estado conversando con nosotros y ya salieron propuestas de parte de ellos para construir un panel solar; claro, el taller no sería para una sola persona, nuestra propuesta es ver cómo buscamos los recursos económicos para aprovechar y ofrecer un taller, ya sea en una casa comunal, una escuela o acá mismo en el Refugio Mintatí, y así vincular a gente de otras comunidades como siempre se ha hecho. Luego de que se haga el taller sí se entrega el panel solar armadito para su uso común.

Yuleici Verdi: Hay otro proyecto llamado Bibliomulas que se promueve desde Caribana en estas comunidades, en el que usted es uno de los promotores. Nos podría hablar un poco de ese proyecto, de qué se trata, a cuántas comunidades han visitado, cuántas personas han participado y cuál ha sido el beneficio de la comunidad.

Nelsón Ramírez: Sí, es otro proyecto interesantísimo, justamente mi trabajo en este caso es ser el “bibliomulero”. ¿Cómo nace? Bueno, nace también de la Cooperativa Caribana, y viene un poco por la preocupación de impulsar, apoyar, promover y fortalecer la escritura y la lectura en las escuelas más alejadas. Llevamos un año de estar trabajando en este proyecto Bibliomula, hasta ahora estamos trabajando con tres escuelas de las comunidades: Mocao, Los Corrales y Gavidia. Estamos trabajando específicamente con 170 niños hasta los momentos, y también además de los 170 niños se ven beneficiados 16 docentes; beneficiados en el sentido de que se han ofrecido unas series de talleres, charlas y dinámicas siempre con la participación abierta a toda la gente. En la comunidad de Los Corrales hicimos un taller sobre desastres naturales, un taller ambiental donde participaron profesoras, profesores, niñas y niños de la segunda etapa. Nos complace decir que el trabajo de los talleres es muy interesante, eso nos hace muy felices a todos como comunidad. Además de mi persona hay un equipo de trabajadores que nos ayudan; una coordinadora, un promotor de lectura y el señor Navor, por supuesto, él es patrocinante permanente del proyecto. En el camino nos encontramos una serie de propuestas de otras comunidades y otras escuelas que quisieran tener el proyecto Bibliomula en sus comunidades.

Han salido otras propuestas y modos de vincular el trabajo. Con respecto a las escuelas y el trabajo de las Bibliomulas nos damos cuenta que en las tres escuelas que ya hemos visitado necesitan un panel solar, porque ahí hay niñas, niños, cocineras, profesores y profesoras que necesitan el agua caliente. Las escuelas que “miento” quedan en partes lejanas, en alta montaña donde normalmente la temperatura es baja, muy baja. Estamos con las manos un poco atadas porque no contamos con los recursos económicos necesarios para poder hacer los tres paneles solares. Si nosotros tuviésemos el apoyo económico para hacerlos, orgullosos y encantados de la vida los haríamos y se los donaríamos, ya no tanto como la Cooperativa Caribana, sino además de parte del proyecto Bibliomula, por supuesto que venga a fortalecer en este caso el nivel o el sistema educativo, donde por ejemplo se vinculen también las niñas y los niños a un taller de aprendizaje de esta naturaleza, cómo es construir paneles solares.

Yuleici Verdi: El aporte a la comunidad, a nuestro modo de ver, sería visto de dos modos, estarían dejando un panel en cada escuela para que ellos tengan agua tibia y a su vez estarían dejando un saber. Saber que ellos estarían éticamente comprometidos a transmitir, sobre todo porque están socializando un conocimiento práctico ancestral liberador en una institución educativa pública donde hay niñas, niños, educadoras y educadores quienes seguramente van a tener contacto con otras personas. Viéndolo así entonces estaríamos hablando de un taller multiplicador.

Nelsón Ramírez: Bueno, vincular a niñas y niños en la construcción y a los profesores es exactamente lo que se busca; ahí entrarían a participar los consejos comunales, de manera que el conocimiento quede en la escuela y en toda la comunidad como la experiencia ejemplo de compartir los saberes útiles. Por supuesto, siempre queda la inquietud de seguir contribuyendo, ampliando y nutriendo este conocimiento, y ojalá sí se llegue a donar de parte de consejos comunales algunos paneles solares a familias que en realidad sean de escasos recursos. Algunas personas pueden decir que sería la misma cosa donar un calentador a gas o eléctrico, pero creyendo en lo que sabemos hacer con nuestras propias manos, tal vez, eso no tiene tanto sentido porque entonces en vez de resolver el problema estaríamos ocasionando muchos más, comenzando por la contaminación y terminando por lo económico, precisamente por el recargo de un gasto adicional a una familia. Lo ideal es el panel solar, pues gracias a la tecnología que tenemos contamos con agua caliente sencillamente con el sol, lo único que utilizamos es el sol y que gracias a Dios tenemos la luz solar todos los días.

Yuleici Verdi: De esta conversación con Nelson Ramírez -de algún modo- podemos concluir que el construir un panel solar con una técnica nuestra adquiere un sentido y un valor muy distinto al hecho simple de usar una tecnología traída de afuera, pues con el simple hecho de comprarla nos hace dependientes. El desarrollo de la tecnología en la construcción de un panel solar con componentes fabricados en nuestro terruño, es un ejemplo de soberanía tecnológica, y en ese mismo sentido, ejemplo de soberanía cultural. Estamos en el deber, entonces de acometer mayores acciones de apropiación de este conocimiento, ver cómo nos apropiamos de manera colectiva y así ir generando un bien social. Creemos que todo conocimiento que nos sea útil para prolongar la vida debería ser socializado. Mientras más se conozca y más se multiplique para sensibilizarnos ante las necesidades sociales, estaríamos creando condiciones sociales de libertad para el cultivo del bien público. Libertad en la que racionalicemos con responsabilidad común, de tal manera que todo cuanto hagamos sea beneficioso para todas y todos. Libertad con un poder de hacer lo bueno.