Cintillo Institucional
Diferencias entre las revisiones 62 y 63
Versión 62 con fecha 2017-04-28 14:34:14
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Editor: cgonzalez
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La importancia de las universidades y por extensión centros de investigación como el nuestro, está en el fomento de la cultura del emprendimiento. Para ello Brownson (2013) nos habla de 4 pilares: Habilidades, Mentalidad, Valores y Comportamiento de Emprendedor. Nuestra sociedad está acostumbrada a una visión de dependencia, usualmente las universidades nos forman para entrar a formar parte de empresas consolidadas. Por eso la generación de espacios donde las personas muestren sus creaciones, apoyo económico para materializar proyectos y en general creación de condiciones para emprender es fundamental para introducir el concepto en las personas y abonar el camino para que el emprendimiento sea factible. (Aníbal) La importancia de las universidades y por extensión centros de investigación como el nuestro, está en el fomento de la cultura del emprendimiento. Para ello Brownson (2013) nos habla de 4 pilares: Habilidades, Mentalidad, Valores y Comportamiento de Emprendedor. Nuestra sociedad está acostumbrada a una visión de dependencia, usualmente las universidades nos forman para entrar a formar parte de empresas consolidadas. Por eso la generación de espacios donde las personas muestren sus creaciones, apoyo económico para materializar proyectos y en general creación de condiciones para emprender es fundamental para introducir el concepto en las personas y abonar el camino para que el emprendimiento sea factible.

Recientemente, se observa el desarrollo de dos tendencias aparentemente convergentes, dirigidas a sistematizar la formación de culturas emprendedoras. Por un lado, importantes universidades de América Latina desarrollan programas innovadores de formación de personas emprendedoras. En Chile, sólo recientemente unas pocas universidades y normalmente asociado a la reciente creación de Incubadoras de Empresas, desarrollan de manera incipiente programas de formación de emprendedores.

Por otro lado, especialmente a nivel internacional, importantes empresas, en el contexto de una preocupación por las necesidades de educación permanente de su fuerza laboral y para mantener su competitividad, vía la innovación, generan programas de estímulo a sus emprendedores (a manera de ejemplo El proyecto Emprendedores en Solvay Ibérica, Barcelona).

¿Para qué sirve una educación emprendedora?

Su objetivo debe ser potenciar y fortalecer el desarrollo humano y social, siendo el instrumento de generación y distribución de riqueza, conocimiento, poder y renta. Para asumirla, la educación universitaria necesita dotarse de nuevas herramientas pedagógicas. No se trata sólo de motivar una nueva actitud ni de promover y entrenar competencias transversales sino que debe permitir pasar de la teoría a la acción y concretar las nuevas ideas.

En consecuencia, se requiere instalar una convergencia metodológica que incida en una pedagogía de la acción emprendedora. En ella, el rol de las actividades extra-aulas será cada vez más importante y aún más si se vincula estrechamente con el mundo real de las empresas, los servicios y las diversas instituciones de la sociedad civil, procurando: 1) fortalecer el locus interno de la persona; 2) fortalecer las capacidades de autoaprendizaje; 3) fomentar las habilidades para establecer alianzas y redes; 4) vincularse fuertemente con la realidad social y el mercado laboral; y 5) aprender a hacerse responsable de sus propias decisiones y compromisos.

Como es sabido, las competencias docentes básicas que caracterizan al profesor en la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje son:
• competencia académica (dominio de contenidos propios de la asignatura)
• competencia didáctica (manejo de los componentes personales y no personales del proceso enseñanza-aprendizaje), y competencia organizativa.

Adicionalmente, Bentley, por ejemplo, ha identificado cuatro cualidades claves que los educadores en emprendimiento deben tender a desarrollar: 1) La habilidad para formular nuevos problemas antes que depender de otros para definirlos; 2) La habilidad para transferir el conocimiento en diferentes contextos; 3) La habilidad para reconocer que el aprendizaje es un proceso continuo y sistemático que implica cometer errores y aprender de los fracasos; y 4) La habilidad de focalizar la atención en perseguir una meta.
(Anibal)


Formación de Emprendedores en Tecnologías Libres

Equipo de Trabajo

Maricela del C. Montilla V.

Carlos R. González M.

Aníbal Ordaz O.

Francisco Berbesi

Alejandro E. Ochoa A.

Modelo Conceptual

Justificación

El objeto de la Ley de Infogobierno, cuya entrada en vigencia data del año 2013, demanda el uso de las tecnologías de información y delega en el Estado la promoción del desarrollo de las tecnologías de información libres; como actividades medulares que garantizan el ejercicio activo de la participación ciudadana y la plenitud del derecho de soberanía.

Esa misma ley define a las tecnologías de información libres como “aquellas tecnologías con estándares abiertos que garantizan el acceso al todo el código fuente y la transferencia del conocimiento asociado para su comprensión; libertad de modificación; libertad de uso en cualquier área, aplicación o propósito y libertad de publicación del código fuente y sus modificaciones”.

En este contexto, la tarea de promover el desarrollo de las tecnologías de información libres pasa no sólo por fijar las condiciones de financiamiento bajo las cuales va a operar esta industria nacional, sino que demanda el entendimiento e impulso de todos los eslabones que conforman el proceso asociado a la producción tecnológica, que va desde la determinación de necesidades, la estructuración de metas y propósitos, la selección tecnológica, la definición de esquemas de desarrollo tecnológico, el impulso de la apropiación del conocimiento tecnológico, la definición de los patrones de escalamiento tecnológico y la distribución tecnológica. Ello no es más que iniciar un ciclo en el que se debe responder a preguntas como ¿qué es necesario en el país?, ¿qué podemos hacer?, ¿qué tecnologías debemos y podemos desarrollar?, ¿con qué actores contamos para hacerlo?, ¿que estrategias usamos para sumar a la sociedad en estos procesos? y, finalmente, ¿cómo multiplicamos y masificamos los resultados?.

Todos los eslabones poseen una profunda importancia, pero los tres (03) últimos eslabones, vale decir, la apropiación social, el escalamiento y la distribución tecnológica; son fundamentales porque son los procesos que garantizan el retorno a la sociedad de los resultados que van a satisfacer las necesidades planteadas al inicio del ciclo tecnológico.

Así que resulta necesario estructurar los modos a través de los cuales se hará patente la apropiación social, el escalamiento y la distribución tecnológica. Se debe desarrollar un modelo de emprendimiento en tecnologías libres que contribuya con los procesos de prestación de servicios asociados a la capacitación de usuarios, instalación, mantenimiento y soporte de las tecnologías de información libres desarrolladas en el país.

Debe ser un modelo de emprendimiento en el que confluyan las características del emprendedor en tecnologías libres, el esquema legal venezolano vinculado al tema, las formas de promover el emprendimiento y los modos a través de los cuales se gestionará el conocimiento que se genere en ese entorno de aprendizaje.

Antecedentes

En Venezuela ha existido un impulso desde el Gobierno Nacional al Software Libre. Este impulso comenzó a manifestarse a partir del año 2002, cuando ocurrió un saboteo a la industria petrolera venezolana (PDVSA). Este saboteo evidencia la necesidad de avanzar en la obtención de soberanía tecnológica (CENDITEL, 2010), además de hacer visible la gran desventaja y el peligro de ser extremadamente dependientes de tecnologías de comunicación e información generadas en el exterior.

A partir de ese momento, y con base en lo expresado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 108, se desarrolló un marco legal orientado a dar prioridad al desarrollo e implementación de las tecnologías libres en el país.

Dentro de este marco legal, contamos, entre otros, con los siguientes instrumentos:

Decreto 825 de fecha 10 de mayo de 2000, el cual establece el acceso y uso de internet como política prioritaria para el desarrollo cultural, económico, social y político de la República. Ley Orgánica de Telecomunicaciones de junio de 2000, la cual regula la actividad en telecomunicaciones del país. Decreto N° 2.479, de junio de 2003, el cual creó de manera temporal la comisión para la creación de la Red Del Estado. Resolución según Gaceta Oficial N° 39,109 de fecha 28 de enero de 2009, según la cual las instituciones públicas venezolanas deben compartir sus archivos no editables en formato PDF.

La Industria del Software Libre en Venezuela

La Experiencia Desde El Software Libre en Venezuela

Emprendedor en Tecnologías Libres

Definición

Persona natural o jurídica que desarrolla e impulsa una iniciativa (actividad o acción) con la pretensión de cumplir un objetivo determinado.

El emprendimiento, puede definirse como el desarrollo de un proyecto que persigue un determinado fin económico, político o social, entre otros, y que posee ciertas características, principalmente que tiene una cuota de incertidumbre y de innovación. Según Freire, el emprendimiento necesita tres componentes: Idea, Capital y Emprendedor. Ahora bien, podemos encontrar autores que difieren de este concepto y que entienden el emprendimiento como el desarrollo de cualquier proyecto aun cuando el objetivo de este no sea el económico. En lo que sí coinciden la mayoría de las definiciones es en la importancia del componente creativo, innovador y de incertidumbre.

En ocasiones se relaciona el emprendimiento con la disminución del desempleo. Aunque algunos autores creen que el efecto es relativo, otros aseguran que ayudar a la gente joven a adquirir un espíritu emprendedor fomenta el desarrollo empresarial y propicia que los individuos busquen ser empleadores y no empleados. Y esto, además de colaborar con la disminución de la pobreza y el desempleo, representa uno de los motores más importantes del crecimiento de una región. Sin embargo, como parte de la estrategia de emprendimiento se basa en la actitud de emprendedor, se debe tener en cuenta que una persona desempleada quizás no esté en el mejor estado emocional para iniciar una actividad productiva independiente y en ocasiones se observa que las incursiones emprendedoras surgen de sectores de la sociedad y de individuos que ya poseen estabilidad económica y la seguridad necesaria para encarar los riesgos que el emprendimiento supone. Es en este sentido donde el papel de las universidades y de la educación en general se hace fundamental para crear una cultura de emprendimiento en los jóvenes. (Aníbal)

Actitudes y Capacidades del Emprendedor

Flexibilidad, dinamismo, creatividad, voluntad, perseverancia, determinación, originalidad, ingenio.

Conocimientos Previos

Aspectos Legales, Jurídicos y Tributarios del Emprendimiento

Formas Jurídicas

Artículo 19 numeral 3° del Código Civil de Venezuela: Son personas jurídicas y por lo tanto, capaces de obligaciones y derechos las asociaciones, corporaciones y fundaciones lícitas de carácter privado.

Artículo 201 del Código de Comercio: Las compañías de comercio son de las especies siguientes: 1º La compañía en nombre colectivo, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por la responsabilidad limitada y solidaria de todos los socios. 2º La compañía en comandita, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por la responsabilidad limitada y solidaria de uno o más socios, llamados socios solidarios o comanditantes y por la responsabilidad limitada a una suma determinada de uno o más socios, llamados comanditarios. El capital de los comanditarios puede estar dividido en acciones. 3º La compañía anónima, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por un capital determinado y en la que los socios no están obligados sino por el monto de su acción. 4º La compañía de responsabilidad limitada, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por un capital determinado, dividido en cuotas de participación, las cuales no podrán estar representadas en ningún caso por acciones o títulos negociables.

Artículo 2 de la Ley Orgánica de los Consejos Comunales: Los consejos comunales, en el marco constitucional de la democracia participativa y protagónica, son instancias de participación, articulación e integración entre los ciudadanos, ciudadanas y las diversas organizaciones comunitarias, movimientos sociales y populares, que permiten al pueblo organizado ejercer el gobierno comunitario y la gestión directa de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades, potencialidades y aspiraciones de las comunidades, en la construcción del nuevo modelo de sociedad socialista de igualdad, equidad y justicia social.

Artículo 5 de la Ley Orgánica de las Comunas. La Comuna es un espacio socialista que, como entidad local, es definida por la integración de comunidades vecinas con una memoria histórica compartida, rasgos culturales, usos y costumbres, que se reconocen en el territorio que ocupan y en las actividades productivas que le sirven de sustento, y sobre el cual ejercen los principios de soberanía y participación protagónica como expresión del Poder Popular, en concordancia con un régimen de producción social y el modelo de desarrollo endógeno y sustentable, contemplado en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación.

Formas de organización socioproductivas Artículo 10. A los efectos de la presente Ley, son formas de organizaciones socioproductivas: 1. Empresa de propiedad social directa comunal: Unidad socioproductiva constituida por las instancias de Poder Popular en sus respectivos ámbitos geográficos, destinada al beneficio de los productores y productoras que la integran, de la colectividad a las que corresponden y al desarrollo social integral del país, a través de la reinversión social de sus excedentes. La gestión y administración de las empresas de propiedad social comunal directa es ejercida por la instancia del Poder Popular que la constituya. 2. Empresa de propiedad social indirecta comunal: Unidad socioproductiva constituida por el Poder Público en el ámbito territorial de una instancia del Poder Popular, destinada al beneficio de sus productores y productoras, de la colectividad del ámbito geográfico respectivo y del desarrollo social integral del país, a través de la reinversión social de sus excedentes. La gestión y administración de las empresas de propiedad social indirecta corresponde al ente u órgano del Poder Público que las constituyan; sin que ello obste para que, progresivamente, la gestión y administración de estas empresas sea transferida a las instancias del Poder Popular, constituyéndose así en empresas de propiedad social comunal directa. 3. Unidad productiva familiar: Es una organización cuyos integrantes pertenecen a un núcleo familiar que desarrolla proyectos socioproductivos dirigidos a satisfacer sus necesidades y las de la comunidad; y donde sus integrantes, bajo el principio de justicia social, tienen igualdad de derechos y deberes. 4. Grupos de intercambio solidario: Conjunto de prosumidores y prosumidoras organizados voluntariamente, con la finalidad de participar en alguna de las modalidades de los sistemas alternativos de intercambio solidario.

Artículo 2° del Decreto con Fuerza de Ley Especial de Asociaciones Cooperativas, las cooperativas son asociaciones abiertas y flexibles, de hecho y derecho cooperativo, de la Economía Social y Participativa, autónomas, de personas que se unen mediante un proceso y acuerdo voluntario, para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, para generar bienestar integral, colectivo y personal, por medio de procesos y empresas de propiedad colectiva, gestionadas y controladas democráticamente.

Modelo de Negocios

Ecosistemas Asociativos y Colaborativos

Modelos

Libre Acceso al Conocimiento

LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO (Francisco)

ANTECEDENTES DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO.

Tradicionalmente, la creación y transferencia del conocimiento en las organizaciones se ha realizado a través de la comunicación directa, la rotación de puestos de trabajo y la formación del personal. Sin embargo, a medida que ha avanzado la globalización, estos medios tradicionales resultan lentos y poco eficaces y requieren del apoyo de métodos más eficaces.

El conocimiento tiene un especial protagonismo en el momento presente de la historia, también por parte de las empresas se entiende que el conocimiento constituye un activo de interés crucial, que influye fuertemente en su capacidad de moverse con mayor o menor éxito en el mercado. Dentro de este contexto, surge un marcado interés por el conocimiento y por su gestión. (1)

Si se analiza la evolución de las economías durante las últimas décadas, es posible apreciar como hay una tendencia generalizada en todas ellas a depender cada vez más del conocimiento y de la información. El conocimiento se ha convertido, por tanto, en el motor del crecimiento económico y de la mejora de la productividad.

A las organizaciones, empresas e instituciones, por su condición emprendedora, les corresponde un papel muy activo en el análisis y estudio del cambio y de las consecuencias que este produce en el mercado y en la competencia. La aparición del conocimiento como nuevo factor de producción obliga a las organizaciones a replantearse algunos conceptos y modelos de gestión. En esta búsqueda de respuestas para comprender y afrontar estos cambios aparece la gestión de conocimiento. (2)

El interés del conocimiento viene de la necesidad de innovar. La innovación pasa a ser un factor crítico para la competitividad e innovar requiere contar con nuevos conocimientos, o utilizar conocimientos ya disponibles, pero de una forma más eficiente. Si las personas utilizan el conocimiento, quiere que de alguna forma gestionarlo. Siempre que se maneja un recurso, se está gestionando el mismo, con más o menos método y técnica, o de forma más o menos elemental.

El conocimiento y su aplicación pasan a ser un factor clave para la competitividad; por consiguiente, parece que es preciso contar con los conocimientos requeridos y aplicarlos bien. Hay que gestionar el conocimiento si se quiere mantener la competitividad. Las organizaciones que exitosas lo logran, fundamentalmente, gracias a la gestión que realizan de sus conocimientos y a la forma de usarlos.

El principal reto de la gestión del conocimiento no es tanto su creación, es más importante su captura e integración. De hecho, el conocimiento tiene poco valor para una organización si no se comparte. Una característica del conocimiento es que su adquisición no es instantánea, pues requiere un tiempo de aprendizaje, de consolidación de lo aprendido y de creación de la habilidad necesaria para sacar el máximo partido a los conocimientos asimilados.

LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO.

La evolución de las nuevas tecnologías y el dinamismo con el que actualmente se desenvuelven los mercados y las organizaciones, han producido que las organizaciones, hallan puestos sus ojos en la gestión del conocimiento. El rol del conocimiento y el aprendizaje se constituyen en un elemento fundamental para que las organizaciones alcancen sus metas. Debido a esta razón, es de gran importancia el desarrollo de la investigación, sea en el área académica o en la práctica empresarial.

DEFINICIÓN.

Inicialmente es necesario definir lo que se entiende por gestión de conocimiento. Según Santiago Rivero (3), se puede definir como “el conjunto de procedimientos, actividades y procesos destinados a utilizar eficientemente el conocimiento, con miras a optimizar los objetivos de una organización” (4)

Otra definición interesante se puede obtener del libro Sistemas de Gestión de Conocimiento, editado por Stuart Barnes, donde señala que la gestión del conocimiento se refiere a “un proceso sistémico y especifico de una organización, cuya finalidad es adquirir, organizar y comunicar tanto en el conocimiento tácito como explícito de los empleados, para que otros empleados puedan hace uso de él y así ser más productivos y eficaces en su trabajo”(5).

Una definición bastante concisa de Gestión del Conocimiento es la que señala que es el conjunto de pasos que permiten utilizar el conocimiento como factor clave para añadir y generar valor.

La gestión del conocimiento para Price Waterhhouse Coopers (6) se ha convertido en un proceso dentro de la organización y se compone de una serie de subprocesos que podríamos agrupar en tres elementos: creación, distribución y medición. Alejandro Orero Jiménez, sinteriza el concepto de Gestión del Conocimiento de una serie de definiciones señaladas en el material preparado para el Master e-MBA de la Universidad Politécnica de Madrid como: “un conjunto de procedimientos, reglas y sistemas destinados a captar, tratar, recuperar, presentar y transmitir los datos, informaciones y conocimiento de una organización” (7)

INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO.

Cuando se habla de información, es generalmente aceptado que la misma sirve para describir y poner de manifiesto ciertos aspectos de la realidad, hechos, objetos, sucesos, situaciones, pero la existencia de la misma dentro de las organizaciones no garantiza que será utilizada adecuadamente. En teoría, se puede considerar que el conocimiento es originado del tratamiento adecuado de la información y el mismo permitirá entender e interpretar la realidad.

El uso del conocimiento gestionado de una manera adecuada puede incidir realmente como un motor de crecimiento. La información, la tecnología y el aprendizaje se han convertido en los aspectos básicos que de alguna manera han contribuido a que el conocimiento sea considerado como un factor de producción.

Un aspecto realmente significativo es que el conocimiento es originado en cada individuo. En las organizaciones, el conocimiento no solo reside en documentos y bases de datos sino también en los procesos, las prácticas y las normas.

LA CREACIÓN DEL CONOCIMIENTO.

La creación del conocimiento tiene que ver con la creatividad, la capacidad de innovación y de desarrollo de nuevos productos y servicios. En cierta forma, supone recrear y repensar la organización como una idea compartida en la que la clave está en el compromiso personal de los trabajadores, en el establecimiento de políticas adecuadas de gestión del talento humanos, especialmente enfocadas en incentivos, motivación y de remuneración, las cuales permitirán que el personal se pueda sentir más identificado con la organización y con más libertad para crear y aportar.

La creación de nuevos conocimientos guarda una estrecha relación con dos conceptos clave: el aprendizaje organizativo y la innovación. Cuando el conocimiento se colectiviza, el aprendizaje organizativo, las técnicas de colaboración y el trabajo en grupo se convierten en formulas y procesos de trabajo que favorecen a la creación de nuevos conocimientos. En definitiva, crear conocimiento supone una reflexión individual y una reflexión compartida acerca de nuevos procesos productivos, de los productos y servicios que desarrolla una organización, de comprender la estrategia del negocio y del análisis del entorno.

LA DISTRIBUCIÓN Y DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO.

La distribución del conocimiento es un conjunto de subprocesos que permiten optimizar y extender los flujos de conocimiento en las organizaciones, evitando al máximo posibles fugas de conocimiento y las islas informacionales. En la distribución del conocimiento participan varios facilitadores: la tecnología, las personas y la cultura organizacional. Estos tres elementos mal gestionados pueden convertirse en barreras que frenen el proceso de distribución y afianzamiento del conocimiento.

La tecnología debe diseñarse en función del proceso de distribución de los flujos del conocimiento y no a la inversa. Una vez que se asume que el conocimiento es poder y que el proceso de distribución del conocimiento permite que este llegue a un mayor número de individuos dentro de una organización, aumenta su valor. Pero, la tecnología por sí sola no es suficiente, pues es necesario promover el trabajo en equipo, la colaboración y la creación de espacios para la reflexión y el aprendizaje social.

El CICLO DE CONOCIMIENTO.

El ciclo de Conocimiento representa el flujo del conocimiento de una forma gráfica asociando dos elementos básicos: creación o generación y distribución o afianzamiento del conocimiento. La primera fase comienza por la creación del conocimiento, al que sigue con la captura de ese conocimiento con el propósito de ser integrado en repositorios, bases de datos o archivos; una vez capturado para poder ser integrado, se produce un proceso de organización que a su vez facilita la recuperación y por tanto su compartición, que representa la última fase de este ciclo.

En la segunda fase se produce la creación del conocimiento que se corresponde con el inicio del ciclo; en el siguiente estado, el de acceso, se identifica por un lado el conocimiento existente en la organización, lo cual incluye la identificación de personas que poseen el conocimiento; después se produce inevitablemente un proceso de reflexión en el que interviene el propio conocimiento y la experiencia para analizar lo aprendido y facilitar el proceso creativo necesario para que ese produzca la innovación que permite la aplicación al trabajo, tarea o problema; por último, se aprende del conocimiento aplicado o se genere no nuevo. Esta segunda fase dará lugar a que se cierre el ciclo y vuelva a generarse uno nuevo.

LAS DISTINTAS PERSPECTIVAS DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO(8).

Para llevar a cabo la gestión del conocimiento se deben utilizar diversos instrumentos que se aplican para dar respuesta a aspectos específicos de dicha gestión. De igual manera, la gestión del conocimiento puede contemplarse desde distintas perspectivas:

o La Cultural y Social: Se centra fundamentalmente en la creación de una cultura del conocimiento y en las formas de comunicación y socialización en la empresa, que tienen por objeto que las personas compartan e intercambien sus conocimientos, para lo cual deben establecerse los mecanismos adecuados de relación, de modo que se favorezca la interacción entre ellas. Este enfoque se basa en el hecho de que este tipo de intercambios da lugar a un mejor rendimiento del conocimiento, estimula la creatividad y facilita el mejor aprovechamiento de lo que las personas saben.

o La Organizativa: Se centra en el conocimiento requerido para el desarrollo de cada una de las tareas, en los agentes que intervienen aportando su conocimiento al desarrollo de las mismas y en los esquemas de relación y comunicación entre estos agentes. Esta perspectiva la asumen quienes proceden del campo de la organización y mejora de procesos. o Los Aspectos metodológicos y operativos: Se refieren a las diversas metodologías, técnicas, herramientas y formas de proceder para resolver distintos aspectos de la Gestión del conocimiento, todos los cuales tienen más o menos que ver con ciertas partes de la perspectiva organizativa.

o El Apoyo basado en las TIC: Tiene por finalidad facilitar y permitir que se lleven a la práctica, de forma eficiente, diversos aspectos incluidos en las restantes perspectivas. En esta perspectiva se encuadran las diversas plataformas, basadas en las TIC, procedentes generalmente o de empresas de informática o de consultoras con presencia en el campo de la informática.

ESCENARIOS DE IMPLANTACIÓN(9).

A.- ¿QUIÉNES ESTÁN IMPLICADOS EN UN PROYECTO DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO?

Al ser proyectos integradores, que abarcan más de un área funcional y que deben estar apoyados desde la dirección estratégica de la organización, lo equipos profesionales que participan en la puesta en marcha son multidisciplinares y están formados por personal de las áreas de comunicación, RRHH, sistemas de información, gestión de información, y por supuesto, apoyados por los cuadros directivos.

Uno de los aspectos clave es “crear comunidad” una “comunidad de Gestión de Conocimiento”, que se implante desde el principio, en la que los miembros actúen de facilitadotes y dinamizadores de la gestión del cambio.

La comunidad de Gestión de Conocimiento debe estar formada por personas clave de distintas áreas implicadas y, por supuesto, de tecnología, de comunicación y de gestión de información; pero además habrá que ir identificando aquellas otras personas que muestren interés por la gestión del conocimiento y que puedan actuar de palanca del cambio; personas de distintas procedencias, que en un momento dado del proyecto actúen como formadores de formadores, como dinamizadores de foros de discusión o como participantes de comunidades de práctica. El escenario de implantación debe seleccionarse en función del diagnóstico previo y del objetivo del negocio y es un escenario que debe adaptarse a los cambios y a los requerimientos de la organización.

En la definición del escenario intervienen elementos como la cultura, la tecnología, las personas, los procesos o el modelo de negocio de nuestra organización. Los escenarios de implantación pueden clasificarse en función del objetivo del proyecto, del tipo de organización que lo implante o del tipo de iniciativa.

B.- ¿EN QUE SE TRADUCE LA GESTIÓN DE CONOCIMIENTO?

La Gestión del Conocimiento en una organización determinada, podría traducirse en que “consiste en la utilización del conocimiento, de la forma más adecuada, para mejorar la competitividad de la empresa y optimizar los resultados”.

Esto se concreta en tres aspectos fundamentales:

1. Identificación de los conocimientos que soportarán la competitividad de la empresa, tanto en el momento presente como en el futuro.

2. Disponibilidad, en el momento preciso, de los conocimientos que se han identificado como necesarios o convenientes para la empresa.

3. Utilización eficaz de conocimiento disponible de la organización.

Además de identificar las necesidades de conocimiento para desarrollar las actividades actuales, es muy importante detectar a tiempo cuales son los conocimientos necesarios para soportar los planes futuros.

Pero no es suficiente con identificar el conocimiento que se requiere: es preciso conseguirlo a través de las diversas vías disponibles para este fin. Precisamente, una de las principales claves en lo referente a las estrategias de conocimiento es la determinación de los conocimientos que debieran ser desarrollados en la propia empresa, de los que convendría adquirir del exterior y asimilarlos y, finalmente, de los que pueden ser objeto de externalización, acudiendo a fórmulas de outsoucing o de otro tipo. En cualquier caso, lo realmente importante es que los conocimientos necesarios estén disponibles, con un nivel equivalente o superior al de los competidores, teniendo además en cuenta que el conocimiento con el que se cuenta en exclusiva es el que puede proporcionar una diferenciación que sustente una ventaja competitiva.

Por consiguiente, determinar el conocimiento requerido, contar con dichos conocimientos, conseguir que la organización sea capaz de generar aquellos conocimientos que le proporcionen una capacidad de diferenciación y disponer de la sabiduría concordante con todo esto para optimizar la aplicación del conocimiento disponible constituyen los aspectos fundamentales de la gestión el conocimiento.

¿QUÉ CONOCIMIENTOS GESTIONAR?(10)

La primera cuestión que debe plantearse es cuál es el conocimiento que debería gestionarse; y la respuesta es: aquel que sea más conveniente para llevar a cabo los planes actuales y futuros de la organización. Incluso también el necesario para poder definir y concreta los planes estratégicos de la organización.

La gestión del conocimiento debe ser completa, abarcando el conocimiento actual y el que será necesario en el futuro; el que se emplea y el que no se emplea, pero debería utilizarse; el que utilizan los empleados de la propia organización y aquel que reside en el exterior. Solamente así se accederá a todos los recursos cognitivos que pueden contribuir a hacer mejor las cosas.

ÁMBITOS DE APLICACIÓN DEL CONOCIMIENTO.

Las actividades de las organizaciones pueden clasificarse en cuatro ámbitos, en cada uno de los cuales tienen especial relevancia ciertos tipos de conocimiento.

A.- ÁMBITO CORRESPONDIENTE A LA ESTRATEGIA ORGANIZACIONAL:

Para alcanzar los objetivos, no basta con desearlo; es preciso tomar las medidas y llevar a cabo las actuaciones necesarias para llegar a la situación deseada. Lo que se pretende con la estrategia es definir la forma de proceder para obtener determinados resultados, como consecuencia de la interacción de la empresa con el ecosistema en el que se desenvuelve. Para el diseño de las estrategias existen diversas técnicas y herramientas.

La estrategia, por consiguiente, tienen como finalidad la concreción de la función que quiere desarrollarla la organización, el establecimiento de los objetivos y los planes de actuación consistentes para alcanzar los resultados deseados. Esto requiere un gran conocimiento del entorno, de la propia organización y de ciertas técnicas de ayuda a la elaboración de la estrategia.

B.- ÁMBITO CORRESPONDIENTE AL DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN:

La organización tiene mucho que ver con el diseño interno de la misma. Una vez que por medio de la estrategia se determina qué funciones deben desarrollar, se procede a diseñar su estructura para llevarla a cabo, o se adapta, si se trata de adecuar la estrategia en un momento determinado.

En relación con las tecnologías de la información y comunicación (TIC), es conveniente señalar que su fuerte desarrollo y expansión de las aplicaciones basadas en Internet han generando cambios en la organización. Pero no solamente las TIC inducirán cambios de esta naturaleza. El desarrollo tecnológico en otras áreas, los cambios sociales, fenómenos como pueden ser la globalización o la sensibilización por el desarrollo sostenible, son todas ellas cuestiones que inciden en la configuración de las soluciones organizativas.

C.- ÁMBITO CORRESPONDIENTE A LA EJECUCIÓN DE LOS PROCESOS:

Dentro del ámbito de la gestión pueden identificarse diversas áreas: la gestión de los recursos humanos, la gestión financiera, la contable, etc.

En la gestión pueden distinguirse una vertiente interna y otra externa. Dentro de la primera, la gestión tiene que ver con el desarrollo de las capacidades de la empresa con objeto de que esté en condiciones de competir con éxito, llevar a cabo las funciones definidas por la estrategia y, finalmente, alcanzar sus objetivos.

En su vertiente externa, la gestión de la empresa puede verse como la gestión de la interacción de la propia empresa con el entorno de mercado en el que opera. De esta interacción se producirán unos resultados que, si son los que se pretenden, conducirán el logro de los objetivos. En este sentido, los conceptos de gestionar y competir se hallan muy próximos.

LA ESTRUCTURA DEL CONOCIMIENTO UTILIZADO POR UNA ORGANIZACIÓN

Una organización utiliza normalmente conocimientos propios y conocimientos externos.

Se entiende por “Conocimientos disponibles inicialmente” aquellos que la organización, a través de sus personas, tiene en un momento dado, que se toma como referencia. Las necesidades de conocimiento adicionales que se vayan produciendo se pueden ir resolviendo mediante la combinación de tres mecanismos:

a. Generación de Conocimientos: Son los conocimientos que crea la organización, bien con sus propios recursos, bien con recursos externos o con una combinación de ambos.

b. Adquisición de Conocimientos: es el proceso a través del cual se produce la captura de conocimientos originados fuera de la propia empresa y que son asimilados por las personas de ésta a través de diversas vías. Una vez aprendidos, estos conocimientos pasan a incrementar el capital intelectual propio.

c. Importación de Conocimientos: se trata de la utilización de conocimientos residentes en personas que no pertenecen a la propia organización, sin que quienes forman parte de esta tengan necesidad de asimilarlos.

(1) Citado del libro Claves y pautas para comprender e implantar La Gestión del Conocimiento, un modelo de referencia de Santiago Rivero.

(2) Según el libro Hacia una Economía del Conocimiento, libro cuya recopilación fue dirigida por María Barceló Llauger y editado de la experiencia en el área de Price Waterhouse Coopers.

(3) Autor del Libro La Gestión del Conocimiento, un modelo de referencia. Editado por la Escuela de Ingenieros de Bilbao y SOCINTEC.

(4) Cita textual del libro citado de Santiago Rivero

(5) Tomado textualmente del libro citado

(6) Según el libro Hacia una Economía del Conocimiento, libro cuya recopilación fue dirigida por María Barceló Llauger.

(7) Tomado textualmente del Material preparado para el curso troncal Sistemas de Información en la Empresa del Máster e-MBA de la Universidad Politécnica de Madrid, por el Dr. Alejandro Orero Jiménez.

(8) Tomado del libro Claves y pautas para comprender e implantar: La Gestión del Conocimiento, de Santiago Rivero.

(9) Tomado del libro a que se ha hecho referencia, elaborado por Santiago Rivero.

(10) Se toma como referencia el material elaborado por Price Waterhouse Coopers en el libro Hacia Una Economía de Mercado, además se incluyen algunas citas textuales.

(11) Tomado del libro a que se ha hecho referencia, elaborado por Santiago Rivero.

Transferencia Tecnológica

Licenciamiento de los Resultados

Integración de Actores

Impulso del Emprendimiento

Incubadoras

Aceleradoras

Formación

Modalidades

Necesidades de Formación

Mucho se habla de las cualidades que debe tener un emprendedor en cuanto a autoestima, capacidad para tomar riesgos, para liderar proyectos, innovar, etc. Estas cualidades en ocasiones se consideran innatas, pero si bien es cierto que la mayoría de los emprendedores nacen siéndolo, es igual de cierto que todos necesitan formarse y aprender a serlo. De hecho la educación formal puede ser un medio para desarrollar en las personas estas habilidades necesarias para encarar nuevos proyectos. Howard Rasheed (2000) expresa que la educación en entrepreneurship puede afectar los atributos que tengan los individuos y puede forjar actitudes emprendedoras en ellos. Puede promover cualidades psicológicas favorables para la actividad emprendedora, tales como la auto confianza, la autoestima, la auto eficacia y la necesidad de logro. Inclusive, la educación en entrepreneurship para los jóvenes, puede colaborar en evitar la generación de actitudes socialmente no deseables, como la vagancia o la delincuencia. La importancia de las universidades y por extensión centros de investigación como el nuestro, está en el fomento de la cultura del emprendimiento. Para ello Brownson (2013) nos habla de 4 pilares: Habilidades, Mentalidad, Valores y Comportamiento de Emprendedor. Nuestra sociedad está acostumbrada a una visión de dependencia, usualmente las universidades nos forman para entrar a formar parte de empresas consolidadas. Por eso la generación de espacios donde las personas muestren sus creaciones, apoyo económico para materializar proyectos y en general creación de condiciones para emprender es fundamental para introducir el concepto en las personas y abonar el camino para que el emprendimiento sea factible.

Recientemente, se observa el desarrollo de dos tendencias aparentemente convergentes, dirigidas a sistematizar la formación de culturas emprendedoras. Por un lado, importantes universidades de América Latina desarrollan programas innovadores de formación de personas emprendedoras. En Chile, sólo recientemente unas pocas universidades y normalmente asociado a la reciente creación de Incubadoras de Empresas, desarrollan de manera incipiente programas de formación de emprendedores.

Por otro lado, especialmente a nivel internacional, importantes empresas, en el contexto de una preocupación por las necesidades de educación permanente de su fuerza laboral y para mantener su competitividad, vía la innovación, generan programas de estímulo a sus emprendedores (a manera de ejemplo El proyecto Emprendedores en Solvay Ibérica, Barcelona).

¿Para qué sirve una educación emprendedora?

Su objetivo debe ser potenciar y fortalecer el desarrollo humano y social, siendo el instrumento de generación y distribución de riqueza, conocimiento, poder y renta. Para asumirla, la educación universitaria necesita dotarse de nuevas herramientas pedagógicas. No se trata sólo de motivar una nueva actitud ni de promover y entrenar competencias transversales sino que debe permitir pasar de la teoría a la acción y concretar las nuevas ideas.

En consecuencia, se requiere instalar una convergencia metodológica que incida en una pedagogía de la acción emprendedora. En ella, el rol de las actividades extra-aulas será cada vez más importante y aún más si se vincula estrechamente con el mundo real de las empresas, los servicios y las diversas instituciones de la sociedad civil, procurando: 1) fortalecer el locus interno de la persona; 2) fortalecer las capacidades de autoaprendizaje; 3) fomentar las habilidades para establecer alianzas y redes; 4) vincularse fuertemente con la realidad social y el mercado laboral; y 5) aprender a hacerse responsable de sus propias decisiones y compromisos.

Como es sabido, las competencias docentes básicas que caracterizan al profesor en la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje son: • competencia académica (dominio de contenidos propios de la asignatura) • competencia didáctica (manejo de los componentes personales y no personales del proceso enseñanza-aprendizaje), y competencia organizativa.

Adicionalmente, Bentley, por ejemplo, ha identificado cuatro cualidades claves que los educadores en emprendimiento deben tender a desarrollar: 1) La habilidad para formular nuevos problemas antes que depender de otros para definirlos; 2) La habilidad para transferir el conocimiento en diferentes contextos; 3) La habilidad para reconocer que el aprendizaje es un proceso continuo y sistemático que implica cometer errores y aprender de los fracasos; y 4) La habilidad de focalizar la atención en perseguir una meta. (Anibal)

Rubros Prioritarios

Primeras Conclusiones

Referencias

formacionemprendedores (última edición 2017-11-13 20:06:02 efectuada por cgonzalez)